Un chef destacado ha transformado con esmero un pequeño restaurante cerca del Teatro Real de Madrid en un enclave donde la cocina francesa se reinventa, huyendo de clichés clásicos. Con un estilo discreto, divertido y apasionado, el local se centra en la autenticidad, el producto de calidad y, sobre todo, en el sabor, ofreciendo una experiencia culinaria que desafía las expectativas tradicionales.
Leer noticia completa en El Mundo.




