Emilio Argüeso, exsecretario autonómico de Emergencias de Valencia durante la catástrofe de la dana que dejó 228 muertos, reconoció ante la jueza errores en la gestión del desastre, como la retirada prematura de bomberos del barranco del Poyo. Destituido poco después del evento, Argüeso señaló la falta de planes de emergencia en numerosos municipios y la carencia de comunicación efectiva entre autoridades, como la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, y su exjefa, Salomé Pradas. A pesar de las advertencias tardías y la gran cantidad de llamadas al 112, la respuesta a la tragedia fue limitada. Argüeso defendió que la alerta masiva enviada a móviles no estaba destinada al barranco del Poyo, sino a otro riesgo crítico, reiterando la naturaleza autonómica de la responsabilidad en la gestión del desastre.
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