Lidl ha logrado evitar más de 1.500 toneladas de desperdicio de frutas y verduras gracias a su ‘bolsa antidesperdicio’, vendida a tres euros, que incluye productos comestibles pero con imperfecciones estéticas. Esta iniciativa ha sido reconocida por la certificación Bureau Veritas por cuarto año consecutivo, acreditando también descuentos en productos cercanos a la caducidad y la transformación de excedentes en pienso animal. La cadena, comprometida a reducir el desperdicio alimentario en un 30% para 2025 y un 50% para 2030, ha destinado más de 1.700 toneladas de alimentos a bancos de alimentos y ONGs. Además, donará el 100% del valor recaudado de su bolsa antidesperdicio al Banco de Alimentos durante la Semana contra el Desperdicio Alimentario.
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