Tachyum ha dado un paso significativo en el competitivo mundo de la tecnología anunciando un acuerdo de Serie C por 220 millones de dólares con un inversor europeo, junto con un pedido masivo de 500 millones para sus chips Prodigy. Así, la empresa ha superado los 300 millones de dólares captados en total, posicionándose para culminar el tape-out de su arquitectura, antes de avanzar hacia la fabricación. Con vistas a una posible salida a bolsa en 2027, Tachyum busca desafiar la supremacía de las arquitecturas x86, ARM y especialmente las GPU de NVIDIA en la computación de inteligencia artificial (IA) a gran escala.
La entrada de Tachyum se produce en un escenario donde los costes por acelerador y los plazos de suministro son elevados, y las compañías compiten por disminuir el coste por token y el consumo de energía durante el entrenamiento. En este contexto, el «procesador universal» de la empresa se presenta como una solución atractiva para aquellos operadores que buscan consolidar el silicio, simplificar operaciones y mejorar la eficiencia en sus centros de datos.
La tecnología Prodigy promete integrar una arquitectura de núcleos propios de 64 bits, con cada chiplet ofreciendo 256 núcleos. La empresa asegura un rendimiento tres veces superior frente a las CPUs x86 de gama alta y seis veces mejor frente a las GPGPU líderes en computación de alto rendimiento (HPC) en determinados escenarios. Sin embargo, estas afirmaciones están sujetas a resultados tras la producción y evaluación del silicio y benchmarks independientes.
El contexto hace que el anuncio de Tachyum sea especialmente relevante. La creciente demanda de cómputo para IA, con modelos cada vez más complejos y costosos de desplegar, convierte a cualquiera que pueda reducir los costes por FLOP y mejorar la eficiencia energética en una opción atractiva en el mercado. Además, en el escenario geopolítico actual, la capacidad de cómputo soberana es un tema candente en Europa, donde la empresa ha sido seleccionada para programas importantes de interés común.
La entrada de Prodigy podría transformar la manera en que se distribuyen las funciones en los centros de datos de IA, prometiendo unificar en un solo chip las funciones realizadas actualmente por una combinación de CPU, GPU y aceleradores. Esto supondría una reducción de la complejidad operativa y una mejora en la economía de la operación de los data centers. Sin embargo, estas promesas están condicionadas a avances tangibles en el desarrollo y adopción de la tecnología.
A pesar del optimismo, hay dudas significativas que aún deben ser resueltas. Desde el nodo de fabricación y escalabilidad de memoria hasta la compatibilidad con compiladores y runtimes, y el soporte para frameworks de IA como PyTorch y TensorFlow. Hasta que estas preguntas no obtengan respuesta, los grandes compradores en el sector, como hiperescalares y nubes privadas, probablemente mantendrán una actitud prudente.
El cierre de los acuerdos financieros y el pedido anticipado demuestran un interés y disposición del mercado para explorar alternativas que puedan romper con la economía actual de la IA. Además, esto es relevante para el objetivo de Europa de alcanzar una capacidad de cómputo independiente y eficiente. Aunque las promesas de Prodigy despiertan un interés significativo, el verdadero reto de Tachyum será demostrar con pruebas y resultados que su tecnología puede cumplir con las expectativas. En los próximos meses, las miradas estarán atentas a la capacidad de la empresa para materializar sus promesas en productos y soluciones concretas.








