En un momento en que las libertades digitales están bajo constante escrutinio, Tanka Aryal, presidente de Digital Rights Nepal y abogado en la Corte Suprema de Nepal, se posiciona como un firme defensor de la libertad de expresión y los derechos digitales. Durante el evento NetMundial+10 celebrado en abril de 2024 en São Paulo, Aryal presentó una contundente defensa de la expresión libre en línea, destacando la importancia de la privacidad y la protección de datos de los usuarios.
Desde su creación en plena pandemia, Digital Rights Nepal ha ido ganando protagonismo en un entorno digital cada vez más vigilado. Aryal advierte que, a pesar del progreso en el uso de plataformas digitales, Nepal enfrenta desafíos significativos. Afirmó que el gobierno ha tomado medidas para limitar la libertad de expresión a través de leyes y políticas restrictivas, utilizando como ejemplo la reciente prohibición de TikTok, una medida que también tiene implicaciones geopolíticas en el contexto de las relaciones del país con India y China.
El abogado subraya que los discursos críticos hacia el poder son los más atacados, con líderes electos que a menudo se sienten amenazados por las demandas de responsabilidad que provienen de la opinión pública. Según Aryal, esta actitud ha generado un clima restrictivo que compromete el derecho fundamental a la expresión. El marco legal en Nepal, caracterizado por su ambigüedad, dificulta la defensa de estas libertades, siendo susceptible de malas interpretaciones y abusos por parte de las autoridades.
Aryal propone la urgente necesidad de un marco regulador claramente definido que proteja a los ciudadanos de posibles abusos, asegurando así el ejercicio pleno de sus derechos. Destaca lo delicado de la situación en el contexto de las redes sociales, donde los ajustes legales deben manejarse con precisión para no coartar el derecho a expresarse libremente.
En última instancia, Aryal reafirma que la defensa de la libertad de expresión es esencial no solo para la comunicación personal, sino también para garantizar otros derechos fundamentales como la educación y la justicia. La batalla en el ámbito digital es clave para que todos los ciudadanos, sin importar su acceso a la tecnología, puedan ejercer su voz y sus derechos sin miedo a represalias.