Con el verano a la vuelta de la esquina, surge la necesidad de refrescarnos con postres deliciosos y fáciles de preparar. Una opción ideal es la tarta helada de queso y limón, que combina la cremosidad del queso con la frescura cítrica del limón. Aquí te presentamos una receta paso a paso para disfrutar de esta delicia en casa.
Para empezar, asegúrate de tener todos los ingredientes necesarios. La base requiere galletas tipo María, mantequilla derretida y un poco de azúcar. Para el relleno, necesitarás 400 gramos de queso crema, 200 ml de nata para montar, 150 gramos de leche condensada, el jugo de dos limones, la ralladura de uno, y un sobre de gelatina sin sabor.
La preparación inicia con la base. Tritura las galletas hasta obtener un polvo fino y mézclalo con la mantequilla derretida y el azúcar hasta lograr una consistencia homogénea. Presiona esta mezcla en el fondo de un molde desmontable para formar una capa compacta y déjala enfriar en la nevera mientras preparas el relleno.
Para el relleno, bate el queso crema con la leche condensada hasta que la mezcla quede suave. Aparte, monta la nata hasta que forme picos firmes e incorpórala a la mezcla de queso con movimientos suaves para no perder aire. Calienta el jugo de limón con la gelatina disuelta en un poco de agua y añádelo a la crema de queso, revolviéndolo con cuidado.
Vierte el relleno sobre la base de galleta ya fría. Cúbrelo con film transparente y déjalo en el congelador al menos cuatro horas, o toda la noche, para obtener la textura ideal.
Al servir, puedes decorar la tarta con rebanadas de limón, frutas del bosque o menta fresca para darle un toque especial.
Sin duda alguna, esta tarta helada de queso y limón será el postre estrella de tus reuniones veraniegas. Con su sabor refrescante y preparación sencilla, todos querrán repetir. Este verano, sorprende a tus invitados con esta deliciosa receta, la combinación perfecta entre frescura y cremosidad.