Telefónica ha anunciado un ambicioso plan de resiliencia energética que se desplegará en 2026 para proteger sus redes fija y móvil ante cortes eléctricos prolongados. La iniciativa nace tras el apagón del 28 de abril de 2025, que evidenció la necesidad de mejorar la autonomía energética de sus infraestructuras.
La estrategia combina el uso de baterías de mayor capacidad, gestión inteligente del consumo y grupos electrógenos donde sea posible, estableciendo distintos niveles de autonomía según la criticidad. En la red móvil, que abarca unos 22,000 emplazamientos en España, se han definido tres capas: el 50 % de los sitios tendrá al menos 2 horas de respaldo, el 40 % estratégico alcanzará 4 horas y el 10 % crítico, incluyendo áreas sensibles cercanas a infraestructuras clave, llegará a 8 horas.
A nivel de la red fija, tras la transición al fibra, las 1,800 centrales se reforzarán para asegurar entre 4 y 8 horas de operación, mientras que una selección estratégica podrá resistir hasta 24 horas.
Un aspecto crucial del plan es la importancia de los puntos de regeneración en el transporte óptico. En caso de un falló eléctrico prolongado, mantener la operatividad de amplificadores ópticos y otros nodos intermedios es vital para que el tráfico continúe fluyendo, independientemente de la autonomía de las cabeceras.
Canarias, dada su condición geográfica particular, contará con un plan específico de adecuación mientras el gobierno ya trabaja en un decreto que busca regular autonomías mínimas y protocolos de emergencia de cara a 2026.
Telefónica también ha subrayado la necesidad de optimizar la operación logística con un enfoque en la rotación y mantenimiento de baterías y generadores, asegurando el acceso a shelters en condiciones meteorológicas adversas.
En el ámbito de los usuarios, ya sean hogares o empresas, la continuidad del servicio aún depende del suministro eléctrico en el dispositivo final, lo que vuelve relevante el uso de sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI) y respaldos móviles para garantizar conectividad en eventos críticos.
Este plan no solo representa una transformación técnica para Telefónica, sino una serie de oportunidades para fabricantes e integradores que jugarán un papel fundamental en la implementación de soluciones innovadoras para reforzar la infraestructura. La verdadera prueba de esta iniciativa será demostrar si puede mantener la red operativa no solo durante horas, sino durante un día entero en caso de crisis energética.








