El 27 de enero de 2025, Telefónica cerrará para siempre su red de telefonía fija de conmutación de circuitos, dando fin a una era crucial en la historia de las telecomunicaciones en España. La tradicional tecnología TDM, vital para la gestión de llamadas de voz en la red pública, será completamente reemplazada por la moderna VoIP, reflejando un hito en la evolución tecnológica del país.
Desde los inicios de la telefonía fija, la red TDM ha conectado a millones de usuarios empleando el protocolo SS7 para el intercambio de datos y llamadas. Sin embargo, el crecimiento de la fibra óptica y la prevalencia del 4G y 5G han hecho que Telefónica opte por un sistema VoIP robusto y actualizado, acorde con las crecientes demandas de la era digital.
El tráfico telefónico sobre IP ha crecido notablemente en los últimos años, pasando de representar solo el 19,5% del tráfico de llamadas en 2019 a superar el 98% en la actualidad. La actualización no solo representa un avance tecnológico, sino también una respuesta a las dificultades de mantener una infraestructura envejecida, con falta de repuestos y personal especializado, además del alto consumo energético de la antigua red frente a la eficiencia de VoIP.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha aprobado el apagado de las últimas 49 centrales TDM activas, que durante años facilitaron la interconexión entre Telefónica y otras operadoras. La aprobación recibida en septiembre de 2024 garantiza que la transición hacia el nuevo sistema se haga de manera ordenada, con la gran mayoría del tráfico interempresarial ya cursado a través de la red IP.
Este movimiento posiciona a España junto a otros países que ya han adoptado soluciones más modernas y sostenibles en telecomunicaciones. Al apostar por VoIP se mejora la eficiencia energética y se despliega una mejor calidad de servicios de comunicación, desde llamadas más nítidas hasta avanzadas soluciones de videollamadas y mensajería.
El cierre de la red TDM es parte de un proceso más amplio de modernización, que también contempla el avance en las redes móviles hacia 5G y fibra óptica, marcando un compromiso para un servicio de calidad y futuro. Como nota David Carrero, cofundador de Stackscale, «España sigue siendo un referente en telecomunicaciones», y esta transición asegura un sistema seguro y eficiente.
Esta fecha, 27 de enero de 2025, marcará el fin de una era en las telecomunicaciones españolas, donde lo antiguo da paso a lo nuevo, asegurando que España se mantenga en la vanguardia tecnológica global.