El gigante canadiense de telecomunicaciones, TELUS, ha revelado un ambicioso plan de inversión de 70.000 millones de dólares canadienses para la próxima década, con el objetivo de revolucionar la infraestructura digital del país y posicionar a Canadá a la vanguardia de la tecnología y la sostenibilidad.
En el epicentro de esta estrategia se encuentran dos fábricas de inteligencia artificial (IA) soberana que se establecerán en Kamloops y Rimouski. Estas instalaciones ofrecerán capacidades de cómputo avanzadas, garantizando que los datos permanezcan dentro del territorio nacional. Este paso no solo busca incrementar la competitividad del país, sino también proteger la integridad y la privacidad de la información generada.
En paralelo, TELUS expandirá su red de fibra óptica, PureFibre, en regiones clave como Columbia Británica, Alberta, Quebec y Ontario. Esta iniciativa promete no solo elevar la productividad e innovación en diversos sectores, sino también fomentar el empleo a nivel local.
La empresa reafirma su compromiso con las comunidades aisladas mediante un proyecto para llevar banda ancha a 20 nuevos territorios indígenas y 53 comunidades rurales antes de 2026. Esta movida se suma a las numerosas iniciativas de inclusión digital, destacando programas como Internet for Good y Health for Good, que han beneficiado a 1,4 millones de personas.
En términos de sostenibilidad, TELUS apuesta por una economía circular, transformando antiguas estructuras de cobre en viviendas asequibles. Hasta ahora, la empresa ha reducido significativamente sus emisiones de gases invernadero, lo que equivale a retirar de circulación casi 2.000 vehículos en un año.
Desde el año 2000, TELUS y sus empleados han invertido 1.800 millones de dólares en actividades comunitarias y han participado en 2,4 millones de días de voluntariado. La TELUS Friendly Future Foundation también ha contribuido con 138 millones de dólares a causas benéficas orientadas a la juventud, la salud y la educación.
Este plan de inversión masiva no solo busca afianzar la infraestructura tecnológica de Canadá, sino que también refleja el compromiso de TELUS con una gestión fiscal responsable, habiendo aportado 61.000 millones de dólares en impuestos a lo largo de los años.
La visión a largo plazo de TELUS es clara: garantizar que todos los canadienses, desde las urbes hasta las zonas más remotas, tengan acceso equitativo a los beneficios de la economía digital. De este modo, la compañía no solo busca liderar el futuro digital de Canadá, sino también asegurar un impacto positivo y duradero en la sociedad y el medio ambiente.