El salario mínimo interprofesional en España aumentó un 4,4% en 2025, alcanzando los 1.184 euros brutos mensuales. Sin embargo, este incremento no ha mejorado el poder adquisitivo de las familias, cuya renta disponible se estancó en el último trimestre de 2024. La carga fiscal continúa siendo significativa, reduciendo el impacto real del aumento salarial. Mientras el gobierno resalta mejoras en el mercado laboral, muchas personas enfrentan dificultades económicas debido a la inflación y los impuestos. Las pymes denuncian las consecuencias de la medida, y el pasado abril, el cierre de empresas aumentó un 16%. Además, el alza no compensa el incremento en precios de bienes esenciales. En el contexto de la OCDE, España se mantiene rezagada en términos de crecimiento de renta disponible, con otros países como Portugal, Reino Unido e Irlanda mostrando mayores avances.
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