Israel y Hezbolá han alcanzado un acuerdo de tregua tras 416 días de conflicto armado que ha dejado un saldo devastador: más de 3.800 muertos y cerca de 15.800 heridos, en su mayoría en Líbano. En este periodo, los últimos 66 días destacaron por intensos bombardeos y ocupación terrestre por parte de Israel, lo que resultó especialmente destructivo para Líbano. A pesar de las advertencias de las autoridades libanesas, miles de personas han comenzado a retornar al sur del país, de donde fueron desplazadas por los ataques. Naciones Unidas reporta que aproximadamente 1.2 millones de libaneses han sido desplazados, mientras que en Israel, la cifra asciende a unas 60.000 personas. El impacto en el sistema de salud libanés ha sido significativo, con 222 profesionales muertos y 330 heridos debido a los ataques en instalaciones médicas. Por otro lado, en Israel, 45 civiles y al menos 73 soldados han perdido la vida, reflejando un alto costo humano en ambos lados del conflicto.
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