El jefe de gabinete de Torres ha optado por no declarar ante las autoridades en el marco de la investigación que examina los intercambios de mensajes con Koldo, calificando el diálogo como un «trato entre administraciones» y argumentando que su actuación estuvo guiada «por el sentido común». Esta decisión llega en un momento crítico del proceso, donde las comunicaciones entre funcionarios están bajo escrutinio. Mientras, algunos sectores exigen mayor transparencia en las relaciones interinstitucionales, defendiendo que estos intercambios deben regirse por estándares claros para evitar interpretaciones equívocas sobre sus intenciones y consecuencias.
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