En un reciente evento celebrado en el Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea (KAIST), el presidente del conglomerado SK Group y máximo responsable de SK Hynix, Choi Tae-Won, lanzó un contundente mensaje que ha sacudido la industria tecnológica surcoreana. Las palabras de Choi, expresadas en un momento en que SK Hynix disfruta de un buen rendimiento financiero como el segundo mayor fabricante mundial de memoria, fueron un llamado urgente ante el avance feroz de China en inteligencia artificial y fabricación. “A la velocidad que va China, existe un grave riesgo de que no podamos alcanzarla y que podamos ser eliminados del mercado”, advirtió Choi.
El mensaje fue claro: el sector tecnológico coreano no puede dormirse en los laureles y depende, más que nunca, de su capacidad de adaptación y avance tecnológico para no quedar rezagado. El gigante asiático está incrementando su presencia e influencia en áreas clave, como inteligencia artificial y semiconductores, sectores en los que Corea del Sur ha tenido tradicionalmente una posición destacada.
Choi enfatizó la importancia de desarrollar un programa robusto que no solo recopile datos de fabricación, sino que también sea capaz de construir sistemas adecuados para mejorar drásticamente la competitividad en dicha área. Sin avances significativos, Corea podría quedar peligrosamente atrás en esta carrera global. Este aviso no es solo retórico; está respaldado por hechos concretos, como la inversión de 16.000 millones de dólares por parte de empresas tecnológicas chinas en GPUs H20 de NVIDIA, anticipando posibles restricciones de exportación.
La declaración también abordó los aranceles que la administración estadounidense ha impuesto para tratar de limitar el avance chino. Choi señaló que, aunque estas medidas pueden provocar el traslado de plantas de fabricación a otros países, no serán suficientes para frenar el impulso de China. “Sin tecnologías de base centralizadas, no podremos tener éxito”, alertó.
En esta línea, Choi destacó la integración de la inteligencia artificial en la fabricación como un factor crítico para liderar en la próxima generación de fábricas. “Debemos estar dispuestos a sacrificar un brazo para descuartizar al oponente”, dijo de manera contundente, subrayando su disposición a afrontar los retos y competir ferozmente en esta arena global.
La diferenciación tecnológica es vista como la clave para mantener la competitividad. Choi reveló que SK está invirtiendo fuertemente en la adquisición de GPUs de NVIDIA y en el desarrollo de chips específicos para centros de datos de inteligencia artificial. Enfatizó, “Vamos más allá de la memoria para expandir la memoria”, como parte de su estrategia para construir centros de datos de IA a un coste eficiente.
Este llamado de atención se produce en un momento donde la geopolítica está redibujando las reglas del comercio tecnológico. Mientras Estados Unidos busca atraer avanzados procesos de fabricación a su territorio presionando a empresas como TSMC, China sigue reforzando su independencia tecnológica a través de una red de empresas estratégicamente integradas.
El modelo chino, que busca crear campeones nacionales en cada sector estratégico, plantea un desafío formidable para los actores establecidos. Su enfoque de ‘divide y vencerás’, apoyado por abundantes subsidios, está poniendo en jaque a conglomerados históricos como SK Hynix.
La advertencia de Choi Tae-Won es un punto de inflexión no solo para Corea del Sur, sino para toda la comunidad tecnológica mundial. Con China acelerando en áreas clave y la geopolítica impactando el mercado, la carrera tecnológica ya no es solo cuestión de competir, sino de supervivencia. En este contexto, las empresas deben estar preparadas para adoptar enfoques radicales y mantener una postura audaz, si quieren permanecer en el juego y prosperar.
