Israel intensifica su ofensiva sobre Irán, atacando instalaciones energéticas por primera vez y continuando con bombardeos en Yemen. En respuesta, Irán lanza misiles balísticos que han cobrado la vida de cinco personas en el norte de Israel, elevando las tensiones en la región. Explosiones en un depósito de petróleo en Teherán incrementan el riesgo para los residentes, según informes locales. Mientras el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sigue de cerca los acontecimientos, se reportan daños en edificios de Tel Aviv y Jerusalén debido a los contraataques iraníes. En medio de este conflicto, el espacio aéreo ha sido cerrado por Jordania y Siria, y la celebración del orgullo en Tel Aviv ha sido suspendida debido al estado de emergencia.
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