La reciente solicitud de Salah Abdeslam ha generado una fuerte controversia en Francia. Mientras algunos sectores consideran que su gesto representa un paso hacia la redención tras su implicación en los atentados de París, otros interpretan la petición como un intento de trivializar el impacto del terrorismo. Este debate refleja las profundas divisiones en la sociedad francesa sobre cómo lidiar con quienes han participado en actos de violencia extremista.
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