El derbi madrileño entre Atlético y Real Madrid concluyó con un empate 1-1 en un partido marcado por incidentes y tensión. Militão abrió el marcador en el minuto 63, pero el encuentro fue interrumpido temporalmente cuando el portero Thibaut Courtois entregó al árbitro dos mecheros lanzados desde la grada. Carlo Ancelotti elogió la decisión arbitral y consideró positivo el empate para el futuro del Real Madrid. Vinícius Júnior fue abucheado constantemente, mientras que Courtois también fue objeto de hostilidad por parte de la afición atlética debido a su pasado con el club. Courtois, quien terminó el partido con molestias musculares, no pudo evitar el gol del empate de Correa en el tiempo de descuento. El encuentro finalizó con los jugadores del Atlético aplaudiendo a su afición, la misma que había arrojado objetos al campo.
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