Este jueves, un violento tiroteo en una avenida principal de Río de Janeiro, cerca de la estación central, dejó tres transeúntes muertos y causó caos vehicular en plena hora pico. La operación policial buscaba desmantelar bandas delictivas en el Complexo de Israel, un grupo que combina actividades criminales con un discurso religioso evangélico. El enfrentamiento obligó a miles de ciudadanos a resguardarse del fuego cruzado, mientras se suspendían líneas de autobús y se cerraban escuelas y clínicas. Esta situación no es aislada en la ciudad, que en días recientes también presenció secuestros de autobuses para obstaculizar a la policía. El líder del Complexo, Álvaro Malaquias Santa Rosa, es conocido por su retórica religiosa y su maquiavélica influencia en la expansión territorial. Las autoridades alegaron falta de inteligencia previa para prever el intenso nivel de violencia desencadenado en este operativo.
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