En el ámbito laboral, la colaboración entre las empresas de trabajo temporal (ETT) y las empresas usuarias es esencial para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores cedidos. Esta colaboración demanda una coordinación efectiva en materia de prevención de riesgos laborales.
Antes de formalizar un contrato de puesta a disposición, la empresa usuaria tiene la responsabilidad de informar a la ETT sobre los riesgos asociados al puesto de trabajo. Esto incluye los resultados de las evaluaciones de riesgos, así como detalles sobre la exposición a posibles agentes perjudiciales para la salud. Además, es crucial que se proporcionen las medidas de prevención necesarias, incluidos los equipos de protección individual (EPI) requeridos.
Es esencial que la ETT comunique al trabajador, antes de su incorporación, toda la información relevante sobre los riesgos y las medidas preventivas. La empresa usuaria debe recibir una acreditación que confirme que la ETT ha cumplido con esta obligación informativa. También debe asegurarse de que el trabajador cuenta con la capacitación teórica y práctica necesaria en prevención de riesgos laborales. En caso contrario, es responsabilidad de la empresa usuaria proporcionar la formación necesaria.
Además, la empresa usuario debe detallar las medidas de vigilancia de la salud, especificando si los reconocimientos médicos son voluntarios u obligatorios, y garantizar que se ofrezcan en condiciones equivalentes a las de su propio personal.
Durante el desarrollo del trabajo, es fundamental llevar un control actualizado de los trabajadores de la ETT que desempeñan funciones en la empresa. La empresa usuaria debe asegurarse de que se cumplen las condiciones de seguridad y salud en el puesto de trabajo. Asimismo, es responsable de cualquier recargo de prestaciones de la Seguridad Social en caso de accidentes laborales o enfermedades profesionales durante la asignación.
Es crucial informar a los representantes de los trabajadores sobre cada contrato de asignación, especificando su motivo, en un plazo máximo de diez días desde su formalización. Finalmente, la empresa usuaria debe proporcionar los equipos de protección individual necesarios y supervisar que se utilicen correctamente. Esto asegura un entorno laboral seguro y saludable para todos los trabajadores en la empresa.
Fuente: CEA.
