Las elecciones generales anticipadas en España han llevado a una polarización política, reflejada en el ascenso de los partidos extremos de izquierda y derecha, según los últimos sondeos. La campaña electoral ha estado marcada por un fuerte debate sobre temas como la independencia de Cataluña, la economía y la gestión de la pandemia. Los partidos tradicionales, PSOE y PP, intentan captar votantes indecisos mientras que nuevas formaciones buscan consolidar su presencia en el Parlamento. La incertidumbre sobre el resultado genera expectativas sobre posibles pactos y coaliciones para formar gobierno.
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