El gobierno de Costa Rica ha declarado el estado de emergencia debido a las condiciones climáticas adversas que afectan al país, particularmente en la costa del Pacífico, donde aún persiste una alerta roja. Esta medida responde a las intensas lluvias y fuertes vientos que han provocado deslizamientos de tierra, inundaciones y severos daños en infraestructura, obligando a miles de personas a desplazarse hacia albergues temporales. Las autoridades están trabajando en labores de rescate y asistencia humanitaria, mientras se pronostica que las condiciones meteorológicas adversas continuarán en los próximos días, aumentando la preocupación por posibles riesgos adicionales para la población afectada.
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