Un avión An-22 Antónov de transporte militar se estrelló este martes en la región de Ivánovo, al noreste de Moscú, dejando un saldo fatal de siete tripulantes, cuyos cuerpos fueron recuperados del embalse de Uvódskoye. El incidente, ocurrido mientras el avión realizaba maniobras de prueba tras una reparación, se produjo cuando el aparato comenzó a desintegrarse en pleno vuelo, según testigos. Aunque el Ministerio de Defensa ruso no ha confirmado las bajas, señaló que el avión cayó en una zona despoblada, y ya se han iniciado las operaciones de búsqueda. Las autoridades rusas han comenzado una investigación para determinar las causas del accidente, que, según medios locales, podría haberse debido a fallos técnicos. Este modelo, el mayor avión turbohélice soviético, estaba en servicio desde hace más de 50 años y debía ser dado de baja en 2024. Las autoridades no han vinculado el evento con el conflicto en Ucrania.
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