Una redada de ICE en Camarillo, California, resultó en la detención de 200 inmigrantes en una granja de cannabis, con la trágica muerte de un trabajador tras caer de un invernadero. El operativo, calificado de «caótico» y «violento» por el sindicato de trabajadores agrícolas, incluyó el uso de gases lacrimógenos y dejó heridos a varios empleados. El presidente Trump defendió las acciones de ICE, mientras el gobernador Newsom criticó la operación como inhumana. Residentes y activistas protestaron masivamente, algunos enfrentando arrestos. El Departamento de Estado respaldó la ejecución de órdenes en la granja, mientras la granja ha permanecido cerrada tras los hechos.
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