Al menos 31 personas, incluidos niños, murieron en un ataque aéreo israelí contra una escuela en Gaza que servía como refugio para familias desplazadas. La operación, que causó escenas de horror entre escombros y llamas, ha sido justificada por Israel como un ataque a un supuesto centro de mando de combatientes, sin pruebas claras. Este hecho se suma a un creciente número de víctimas en Gaza, superando los 54,000, mientras la infraestructura médica colapsa y la comunidad internacional expresa preocupación por el uso de instalaciones civiles como blancos militares. Otro ataque en Yabalia dejó 15 muertos más, agravando la situación humanitaria en la región.
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