Francia experimentó una noche de pánico en Grenoble tras la explosión de una granada dentro de un bar, causando heridas a 12 personas, seis de ellas en estado crítico. El atacante, aún no identificado ni capturado, llevaba un fusil de asalto Kalashnikov, aunque no lo utilizó. Las autoridades, que consideran el acto como intencionado, están investigando sin descartar hipótesis, aunque no priorizan la del terrorismo. El alcalde de Grenoble condenó el violento suceso, mientras 80 bomberos y 20 vehículos de emergencia se movilizaron al lugar, junto con la policía de la división contra el Crimen Organizado. La investigación sigue en curso.
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