El caso de una menor que dio a luz a una bebé de 3,6 kilos ha generado preocupación entre los médicos, quienes afirman que el cuerpo de la joven madre no estaba preparado para soportar tal embarazo. Esta situación pone de relieve los riesgos asociados con los embarazos precoces, evidenciando la necesidad de una mayor educación y prevención para evitar que niñas se enfrenten a desafíos de salud tan significativos.
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