Un avión comercial de American Airlines y un helicóptero militar chocaron la madrugada del jueves cerca del aeropuerto Ronald Reagan en Washington DC, cayendo ambos al río Potomac. A bordo del avión viajaban 60 pasajeros y cuatro tripulantes, mientras que el helicóptero transportaba a tres soldados en entrenamiento. Pese al intenso operativo de rescate, no se han encontrado supervivientes horas después del accidente. La alcaldesa Muriel Bowser y el senador Roger Marshall expresaron su pesar, destacando la magnitud de la tragedia. Este podría ser el peor desastre aéreo en Estados Unidos desde el 11 de septiembre de 2001, marcando un desafío inicial para el recién confirmado secretario de Transportes, Sean Duffy. Las labores de búsqueda continúan mientras familiares aguardan en el aeropuerto.
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