Este Domingo de Ramos, un ataque con misiles balísticos rusos golpeó el centro de Sumi, en el noreste de Ucrania, dejando al menos 24 muertos, incluidos un niño, y más de 80 heridos, según el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania. Las autoridades ucranianas, junto a expertos forenses, trabajan en la escena para documentar lo que califican como un «crimen de guerra». El presidente Volodímir Zelenski instó a una respuesta contundente de la comunidad internacional, al tiempo que criticó la falta de avances hacia un alto el fuego, pese a los esfuerzos de Estados Unidos. La UE condenó el ataque, señalándolo como una intensificación del conflicto por parte de Rusia, que coincide con un intento de tregua unilateral por parte de Ucrania.
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