El ejército liderado por Benjamin Netanyahu justificó un reciente ataque alegando que sus fuerzas identificaron a varios individuos sospechosos en las estructuras de mando ubicadas al oeste de la Línea Amarilla. Esta acción se enmarca en un contexto de intensificación de operaciones militares en la región, donde la identificación y neutralización de presuntas amenazas sigue siendo una prioridad para las autoridades israelíes. Sin embargo, estos operativos son frecuentemente objeto de críticas y análisis debido a las tensiones geopolíticas que caracterizan a la zona.
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