El Parque Nacional de Doñana enfrenta un grave problema ambiental por la creciente contaminación plástica, que está siendo dispersada por aves como cigüeñas y gaviotas desde vertederos hacia humedales cruciales del sur de España. Este fenómeno, confirmado por el hallazgo de cigüeñas con plásticos en sus estómagos, ilustra cómo estas aves actúan como vectores involuntarios de residuos, alterando las cadenas tróficas y afectando la biodiversidad local. Estudios han detectado que en ciertos humedales, las aves depositan cientos de kilos de plásticos al año, lo cual plantea serios riesgos ecológicos y para la salud. La situación ha puesto a Doñana bajo la lupa de la Unesco, que exige medidas urgentes para evitar que este patrimonio natural sea incluido en la lista de sitios en peligro.
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