Nacido en Buckingham, Inglaterra, el futbolista Baldock eligió representar a la selección de Grecia a nivel internacional gracias a sus raíces familiares, ya que uno de sus abuelos es griego. Esta conexión le permitió integrarse al equipo nacional helénico, aprovechando sus habilidades en el campo y aportando diversidad al conjunto. Su decisión destaca la influencia de los lazos familiares en el ámbito deportivo, donde jugadores con múltiples nacionalidades frecuentemente optan por representar al país con el que sienten una conexión personal o cultural más fuerte.
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