En un contexto de desperdicio alimentario masivo, la cocina de aprovechamiento se postula como un imperativo moral y una celebración de tradición culinaria. Platillos icónicos de la gastronomía española, como las croquetas y repápalos, nacieron del reciclaje de ingredientes. Hoy, un sencillo y sabroso plato reutiliza arroz blanco del día anterior, aplicando técnicas que recrean el socarrat paellero y maridándolo con huevo y chorizo picante. Para alternativas vegetarianas, el chorizo puede reemplazarse con aceite picante. Esta propuesta combina la responsabilidad de reducir el desperdicio con el disfrute de una cocina creativa y placentera.
Leer noticia completa en El Pais.




