En un mundo donde la conexión y el cambio son constantes, muchas personas experimentan insatisfacción con sus hogares, a menudo creyendo que una reforma es la solución necesaria. Sin embargo, expertos en diseño y psicología ambiental sugieren que el verdadero problema puede radicar en el «ruido visual».
El ruido visual se describe como la saturación de estímulos que provoca ansiedad y descontento. Se manifiesta a través de objetos acumulados, una distribución deficiente del espacio y colores en disonancia. Laura Martín, arquitecta y diseñadora de interiores, explica que lo que se percibe como insatisfacción es, en realidad, una sobrecarga visual que se puede mitigar con pequeños cambios.
Diversas encuestas de firmas de diseño revelan que la sensación de desorden y el exceso de decoración son problemas comunes entre los que se sienten insatisfechos con su vivienda. Martín destaca que un espacio ordenado y minimalista no solo embellece, sino que también mejora el bienestar mental.
El color desempeña un papel crucial en la percepción espacial. Los tonos intensos o combinaciones caóticas pueden ser agobiantes. Los expertos aconsejan optar por tonos neutros y elementos naturales para promover la calma y el equilibrio.
Cuando surge la idea de reformar, muchos propietarios piensan en cambios radicales, implicando inversiones grandes y obras extensas. No obstante, una reestructuración del espacio o el simple cambio de algunos muebles puede transformar la percepción del hogar. El psicólogo ambiental Diego López sugiere que a veces cambiar un solo elemento o retirar algunos objetos puede marcar una gran diferencia.
La tendencia del «home staging» cobra fuerza, usualmente aplicada para preparar una casa antes de su venta, pero este principio también se puede aprovechar para el disfrute personal. Simplificar el entorno, deshacerse de lo innecesario y seleccionar cuidadosamente los elementos decorativos puede ser clave para encontrar felicidad en el hogar sin recurrir a reformas drásticas.
Por lo tanto, antes de considerar rehabilitaciones costosas, es esencial analizar el entorno y cuestionarse si realmente es necesaria una renovación completa. Un enfoque más minimalista y consciente podría ser la solución para redescubrir el amor por nuestros hogares.
