El 23 de noviembre de 2022, las vidas de Pablo Álvarez y Sara García cambiaron radicalmente al ser seleccionados como nuevos astronautas de la Agencia Espacial Europea (ESA). El conseguido honor rompe una sequía de 30 años, desde la elección de Pedro Duque, y añade dos nombres más a la historia espacial española.
Álvarez, ingeniero de Airbus, y García, investigadora en cáncer en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), fueron escogidos entre más de 22.000 aspirantes en un proceso que esta vez incluyó a personas de diversas disciplinas, rompiendo así con la tradicional selección de pilotos e ingenieros. Además, por primera vez, la ESA ha incluido a un astronauta con discapacidad en su equipo.
Los dos nuevos astronautas españoles, ambos originarios de León, tenían sueños de llegar al espacio desde la niñez. Sin embargo, estos parecían tan lejanos que nunca consideraron seriamente la posibilidad de convertirse en realidad, hasta que apareció la oportunidad de aplicar a la ESA. «Es un sueño que todos los niños tienen alguna vez, pero luego sigues tu camino, tu formación, y realmente no te lo planteas como una opción real», afirmó Álvarez. García añadió: «De pequeña fantaseé con ello, pero nunca me lo planteé en serio.»
La noticia de su selección llegó con una llamada del director general de la ESA, Josef Aschbacher, invitándolos a París. Ambos se contaron mutuamente la noticia para evitar la angustia de la espera en caso de no ser seleccionados. Desde entonces, la emoción inicial ha dado paso a la logística de sus nuevos roles: Álvarez dejará su trabajo en Airbus el 1 de abril para comenzar el entrenamiento, mientras que García planea compaginar su labor investigadora en el CNIO con sus nuevas obligaciones en la ESA.
El proceso de selección al que se sometieron incluyó a unos 1.300-1.500 españoles, de los cuales solo unos 80 pasaron el primer filtro y llegaron a la primera fase en Hamburgo. Entre esta élite surgieron fuertes lazos de camaradería y colaboración, que todavía se mantienen vivos a través de un grupo activo en WhatsApp.
Ahora, enfrentan la presión mediática. «Las entrevistas están siendo muy amables y la gente está muy ilusionada con que haya dos astronautas españoles después de 30 años», comenta García. Por su parte, Álvarez ha comenzado a recibir reconocimiento en su entorno laboral.
El futuro les depara una ingente cantidad de proyectos científicos en la Estación Espacial Internacional, que abarca desde la salud y la biomedicina hasta la ciencia de materiales. «Es impresionante la cantidad de proyectos científicos que se van a desarrollar», indicó García.
Los sueños se hacen realidad, y hoy, gracias a esta nueva generación de astronautas, España vuelve a tener presencia en la exploración espacial europea tras tres décadas de espera.