El Congreso de los Diputados sigue utilizando su denominación tradicional en nuevos contratos, a pesar de la aprobación de un cambio de nombre más inclusivo el 23 de julio. Aunque la reforma, que se publicará en el Boletín Oficial de las Cortes Generales, introduce ajustes en el reglamento para reflejar la igualdad de género en el lenguaje y afecta a la redacción interna, no modificará oficialmente el nombre del Congreso ni supondrá un costo adicional. La modificación no altera el nombre externo, protegido por la Constitución, ni la fachada del edificio, que requiere autorización regional para cualquier cambio. PP y Vox fueron los únicos partidos que se opusieron a este cambio.
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