Una disputa estalló este martes entre camelleros tradicionales y conductores de autobús en las pirámides de Guiza, Egipto, durante la inauguración de una nueva entrada al recinto turístico, evidenciando las tensiones entre concesionarios modernos y operadores tradicionales acusados de explotación animal. Los camelleros, impedidos de operar libremente debido a obras en las rutas, bloquearon accesos y arrojaron agua a autobuses en protesta. El empresario Naguib Sawiris, responsable de reformar la zona, instó a los camelleros a operar en un área peatonal designada, amenazando con su exclusión total si no cooperan. La empresa Orascom, encargada del proyecto, denunció la inacción de las autoridades ante las agresiones sufridas y advirtió que el conflicto podría dañar la imagen internacional de Egipto. Orascom defiende que la reorganización busca ofrecer un turismo más sostenible, pese al caos inicial y a que aún no están operativos los autobuses eléctricos prometidos. En medio del conflicto, el primer día de prueba del nuevo sistema, no obstante, culminó con 13,800 visitantes, superando las expectativas.
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