Un reciente estudio liderado por la experta en limpieza María González ha destacado un uso innovador del vapor: además de su eficacia para planchar ropa, también resulta ser un aliado poderoso en la lucha contra la cal en los baños. Según González, el vapor caliente posee la capacidad de descomponer las acumulaciones de cal y jabón en superficies como grifos, azulejos y bañeras, facilitando su limpieza sin recurrir a productos químicos agresivos.
Durante una demostración práctica en un taller, González mostró la versatilidad del vaporizador en el hogar. “El vapor penetra en los poros de las superficies, lo que permite que la cal se desprenda fácilmente”, explicó. Este método no solo es más ecológico sino que también reduce la exposición a sustancias tóxicas, ofreciendo una alternativa más saludable para la limpieza diaria.
El creciente interés por técnicas de limpieza sostenibles encuentra en esta aplicación del vapor una posible respuesta. Con cada vez más consumidores enfrentándose a problemas de cal persistente, la combinación de funcionalidad y responsabilidad ambiental podría consolidar al vaporizador como un elemento esencial en la limpieza doméstica.
González sugiere utilizar el vapor a una temperatura adecuada y asegurar el contacto con las superficies afectadas durante algunos minutos para maximizar la efectividad. Su propuesta no solo invita a reconsiderar el uso de herramientas convencionales, sino también a explorar opciones más saludables y sostenibles para el cuidado del hogar.
