El presidente de Estados Unidos ha anunciado un plan destinado a albergar a los delincuentes más violentos del país. Esta iniciativa busca reforzar la seguridad interna mediante la implementación de nuevas medidas penitenciarias específicas, enfocadas en contener a los individuos considerados de alto riesgo. La propuesta subraya la prioridad del gobierno en abordar la violencia extrema mediante políticas penitenciarias más estrictas y dirigidas, en un intento por disminuir la criminalidad y proteger a la ciudadanía.
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