El plan de recortes impulsado por el Gobierno de Donald Trump, gestado por Russell Vought en la Oficina del Presupuesto, proyecta drásticas reducciones en el Departamento de Estado y USAID para 2026, con una posible disminución de $27,000 millones, equivalentes al 48% del presupuesto aprobado en 2025. Este ajuste eliminaría prácticamente el financiamiento de EEUU a organizaciones internacionales como la ONU, OTAN y múltiples agencias humanitarias. Trump, afianzando un aislacionismo, también planea recortar personal en embajadas, suprimir el emblemático Programa Fulbright y reubicar tropas, debilitando así los vínculos transatlánticos. Con USA dejando de ser el líder mundial que promovía la libertad, sus decisiones proyectan incertidumbre financiera y un posible abandono de Ucrania, mientras busca seguir beneficiándose en un panorama internacional cambiante.
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