En una reciente entrevista, el presidente de Estados Unidos aseguró que no prevé un conflicto armado con Venezuela, aunque evitó confirmar o desmentir las especulaciones sobre posibles bombardeos. Su declaración muestra una postura ambigua ante las tensiones actuales, manteniendo un enfoque cauteloso frente a la situación internacional sin cerrar del todo la puerta a futuras acciones.
Leer noticia completa en El Mundo.