Donald Trump ha decidido suspender temporalmente la escalada en su guerra comercial con China, manteniendo los aranceles existentes mientras sugiere una apertura al diálogo. El presidente de Estados Unidos había estado incrementando los aranceles, lo que llevó a represalias equivalentes de Pekín, alcanzando niveles que amenazan con paralizar el comercio entre las dos mayores economías del mundo. Mientras tanto, el pesimismo económico crece en Estados Unidos, con la confianza del consumidor cayendo y las expectativas de inflación en aumento a niveles no vistos desde 1981. En declaraciones recientes, Trump expresó confianza en la estrategia arancelaria de su administración, pero la situación ha generado incertidumbre en los mercados financieros. El mandatario subestima el impacto de sus políticas en la economía, mientras señales de desaceleración económica persisten, sin que se avizore una resolución inmediata al conflicto comercial.
Leer noticia completa en El Pais.