La decisión de posponer por tres meses las emisiones conocidas como «recíprocos», tomada tras el aumento en la rentabilidad del bono a 10 años, ha sido bien recibida en los mercados financieros, que experimentaron un notable repunte del 7%. Esta medida busca estabilizar el entorno económico ante el actual panorama de incertidumbre, que ha estado marcado por fluctuaciones significativas en las tasas de interés. Los inversores han reaccionado positivamente a esta acción, lo que se refleja en el mencionado rebote, mostrando confianza en las estrategias implementadas para mitigar el impacto de la volatilidad en el mercado de bonos.
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