El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha impulsado una nueva medida proteccionista al ordenar una investigación sobre el impacto de las importaciones de cobre en la economía y seguridad nacional del país, con miras a imponer aranceles adicionales si se encuentran riesgos. Esta acción parece apuntar directamente a China, a quien la Casa Blanca acusa de manipular los precios mundiales del cobre aunque su exportación a EE.UU. es mínima. Según el asesor de Trump, Peter Navarro, esta medida busca fortalecer la industria nacional del cobre y la defensa estadounidense. En un contexto de tensiones comerciales previas, China ya ha enfrentado aranceles por parte de EE.UU. y ha respondido con contramedidas propias. Esto subraya el continuo esfuerzo de Trump por limitar la influencia china en diversas industrias, incluidas las cruciales para la transición energética, en un intento por disminuir la dependencia económica de este país asiático.
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