En los últimos años, la crisis del fentanilo ha cobrado un número alarmante de vidas, estimándose que entre 200.000 y 300.000 personas han fallecido anualmente debido a esta potente droga sintética. La creciente epidemia ha desafiado los sistemas de salud y seguridad en diversas naciones, generando preocupación internacional. Las autoridades buscan intensificar los esfuerzos de control y prevención para frenar el impacto de esta sustancia, que continúa propagándose por su alta capacidad adictiva y letalidad. Mientras tanto, comunidades afectadas por esta crisis urgentes soluciones inmediatas para detener el ciclo de mortalidad.
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