En medio de tensiones crecientes, el reciente nombramiento del general Keith Kellogg como enviado para Ucrania y Rusia por parte del presidente electo Donald Trump indica un compromiso renovado de Estados Unidos con la defensa de Ucrania, a pesar de las expectativas iniciales sobre una retirada de apoyo. Este movimiento sucede en un contexto donde Rusia ha recibido apoyo militar de Corea del Norte, incrementando la presión de Occidente, que ha permitido que Ucrania utilice misiles de largo alcance en territorio ruso. La relación Trump-Putin parece lejos de ser conciliadora, evidenciada por la difusión de imágenes privadas de Melania Trump en la televisión rusa, visto como un acto hostil. En respuesta a la intervención norteamericana, Europa ha reafirmado su respaldo a Ucrania, con países del Báltico y Polonia abogando por su ingreso a la OTAN. Mientras tanto, el rublo ha experimentado una depreciación significativa, subrayando las tensiones económicas en Rusia. Sin embargo, Putin sigue firme en sus exigencias hacia Ucrania, insistiendo en su no ingreso a la OTAN, lo que complicaría cualquier potencial negociación de paz.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.