Donald Trump ha impactado el sector automotriz global al imponer aranceles que afectan a grandes fabricantes como Volkswagen y Stellantis, quienes han reportado pérdidas significativas. Toyota, el mayor fabricante de coches del mundo, anticipa que estos aranceles le costarán 8.139,6 millones de euros para el ejercicio fiscal japonés, a pesar de haber logrado aumentar sus ventas globales en un 7,06%. Aunque los beneficios operativos de Toyota cayeron un 10,9% en su primer trimestre fiscal, la compañía sigue resistiendo el impacto mediante inversiones estratégicas y mejoras operativas. No obstante, el entorno desafiante también está marcado por la competencia de las marcas chinas y la transición al vehículo eléctrico, donde Toyota apuesta por la tecnología híbrida. A pesar de la crisis, la automotriz proyecta entregar 9,8 millones de vehículos globalmente este año, con un fuerte enfoque en el mercado estadounidense.
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