Este miércoles, la fiscal de distrito Jeanine Pirro declaró en el Despacho Oval: «No habrá más misericordia para los criminales», mientras el presidente Donald Trump anunciaba el perdón a Todd y Julie Chrisley, condenados por un fraude de 36 millones de dólares. En contraste con sus palabras, la Casa Blanca no pareció encontrar incoherencia entre esta acción y el discurso de severidad. Trump ha continuado emitiendo indultos, incluidos muchos relacionados con el asalto al Capitolio, y casos de fraude y lavado de dinero. La relación entre los perdonados y sus conexiones con el Partido Republicano destaca, como en el caso de Savannah Chrisley, una conocida seguidora de Trump. Además, trascendió un indulto a Paul Walczak, tras una cena de un millón de dólares en Mar-a-Lago, generando críticas en la prensa progresista por lo que algunos ven como favoritismo.
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