En Washington, los preparativos para una ceremonia histórica avanzan bajo estrictas medidas de seguridad y condiciones climáticas extremas, con temperaturas inusualmente bajas. Las autoridades han desplegado un operativo masivo para asegurar el evento, movilizando a miles de efectivos policiales y personal de seguridad, además de establecer barreras y controles en puntos estratégicos. A pesar de los desafíos que presentan el frío polar y las preocupaciones por la seguridad, se espera la asistencia de numerosas personalidades y una cobertura mediática considerable, reflejando la magnitud e importancia del acontecimiento para la capital y el país.
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