En un giro imprevisto, las autoridades de Salud Pública han recibido instrucciones para cesar de inmediato toda colaboración con una agencia de salud asociada a las Naciones Unidas. Esta medida, cuyas razones específicas no han sido divulgadas, podría tener un impacto significativo en los programas de salud global que dependen de la cooperación entre instituciones nacionales e internacionales. La decisión plantea interrogantes sobre futuras políticas de salud y cooperación internacional, generando preocupación en numerosos sectores que dependen de estas alianzas para implementar programas cruciales de salud pública.
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