Un nuevo nombre se une a las figuras de Mike Pompeo y John Bolton en la creciente lista de personas que han optado por financiar su propia seguridad privada debido a amenazas relacionadas con la pandemia de COVID-19. A esta persona se le ha responsabilizado, no solo por los confinamientos a nivel global, sino también por supuestamente haber financiado el origen del virus. Este contexto ha generado un clima de tensión y controversia, subrayando el impacto que las teorías conspirativas y las acusaciones infundadas pueden tener en la vida personal de figuras públicas involucradas en la gestión de la crisis sanitaria.
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