La cumbre en Anchorage entre Donald Trump y Vladimir Putin concluyó sin resultados concretos sobre la situación en Ucrania. Aunque ambos líderes calificaron el encuentro de «productivo» y expresaron su interés en futuras reuniones, no se logró ningún acuerdo tangible. Putin, al parecer, consiguió mejorar su imagen internacional sin ofrecer concesiones, mientras que Trump mantuvo su postura de pacificador. La reunión, más breve de lo esperado, no incluyó negociaciones amplias ni almuerzo de trabajo. Zelenski, desde Europa, puede sentirse aliviado, ya que no se tomaron decisiones que afecten negativamente a Ucrania. La próxima ronda podría tener lugar en Moscú, según sugirió Putin, una propuesta que Trump no rechazó del todo.
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